¿No habéis oído esta frase de vuestros abuelos y vuestras abuelas: «Cuanto más feo es un alimento, más natural y más bueno está»? Vivimos en una época cargada de estereotipos y esta vez han llegado a la mesa. Como consumidores, buscamos unos productos homogéneos y con el mejor aspecto externo posible. Compramos por los ojos